Muchas veces no somos capaces de valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Estamos tan acostumbrados a determinadas cosas que no nos planteamos su importancia. Creía que era imposible, así que cuando me quedé sin conexión de Internet entré en estado de shock. Para variar los astros se habían alineado para darme por culo y la compañía de teléfono había decidido darnos de baja del servicio sin ninguna razón.
"Debe haber sido un fallo informático"
Así padezcáis todos de almorranas, desgraciados.
Lo primero que hice fue cagarme en todos sus muertos en cinco idiomas diferentes (castellano, catalán, inglés y otros dos más gracias al traductor de Google). Sé que es feo y que sus difuntos no tienen la culpa, pero ¿y lo que desahoga cagarse en alguien que no se va a quejar? Ya que no me podía conectar tendría un colon impoluto.
Tuve una vida intestinal muy activa durante un mes, hasta que nos cansamos de que nos tomaran el pelo y decidimos cambiar de compañía telefónica. Fue entonces cuando mi padre decidió poner el módem en un lugar distinto sin cables pasados a las habitaciones "porquesí, porqueestoyinspirao", dejándome sin Internet en el PC igualmente. Como a mis muertos les respeto un poco más y está mal lanzar heces a tu propio padre, se inició una dura disputa entre su solución complicavidas "lo haré cuando quiera" (que en el idioma de mi padre significa "nunca") y mi propuesta fácil, limpia y rápida. Es decir, prefería perder la cordura pasando un cable ethernet por la antena del salón a la otra punta de la casa a montar una red PLC ocupando dos tristes enchufes. Podría haberle ignorado y hacerlo yo, pero preferí esperar pacientemente ante la expectativa de canturrear un "te lo dije" con toda mi mala leche hecha melodía.
Dos meses después intentó pasar el cable y, tras treinta segundos de insistencia, tuvo la brillante la idea de montar una red PLC a través de la línea eléctrica.
"Se me ha ocurrido una idea genial que no habíamos pensado, ¿y si montamos una red PLC?
"Que-no-habíamos-pensado".
Si no tuviera horchata en vez de sangre te estrangularía papi. :3
En resumen: con la tontería me he pasado tres meses sin Internet en el PC, con una conexión wifi infernal y consumiendo los datos del móvil hasta que el cargar cualquier web ponía a prueba mis ganas de seguir viviendo. Ha sido como hibernar y volver en primavera.
Y dicho esto, es probable que mañana me explote el ordenador.